¡SERÁ COMO TÚ QUIERAS!

En una ocasión se encontraban varios jovencitos (adolescentes), platicando en una esquina de la cuadra donde vivían, y como casi siempre había uno que era el líder, la conversación que tenían giraba en torno a una persona que vivía en la misma cuadra.

Se trataba de un anciano que por muchos años había vivido allí, este anciano era reconocido por ser una persona, respetuosa, alegre, generosa, y muy sabia, precisamente acerca de esta cualidad (sabiduría), era el comentario de aquellos jovencitos, algunos decían: “se las sabe de todas a todas”, “tiene respuesta para todo”, etc.

Tomando la palabra el joven que parecía ser el líder del grupo les dijo: ¨VAMOS A CASA DE ESE ANCIANO Y AHÍ LES MOSTRARE QUE NO ES TAN SABIO COMO USTEDES CREEN¨. Cuando llegaron a la casa del anciano, aquel joven toca la puerta a la vez que llama al anciano por su nombre. Al salir el anciano, mira al grupo de jovencitos, al reconocerlos con una sonrisa en los labios les dice: “que tal muchachos ¿Qué se les ofrece?, ¿en qué les puedo servir?.

Adelantándose al grupo el joven líder le dice al anciano; mis amigos dicen que usted tiene respuesta para todo, que es muy sabio, yo voy a mostrarle que no es así. Con la manos empuñadas atrás del cuerpo, el joven le dice: aquí en mis manos tengo un pajarito, lo que quiero que me diga es: ¿ESTÁ MUERTO O ESTÁ VIVO? El anciano al mirar la actitud del joven y sin dejar de sonreír le dijo: será como tú quieras. La pregunta es: ¿está vivo o está muerto? (Replicó el joven).

Te repito será como tú quieras, porque si te digo: ¡está vivo!, lo vas a presionar y morirá, y si te digo: ¡está muerto!, lo vas a soltar. Por eso te digo: Será como tú quieras.

Aunque sabemos que vivimos por la voluntad de Dios, y que por su misericordia estamos aquí, el nos dio libre albedrio, tenemos la libertad de tomar decisiones y escoger, es decir nuestra vida será como nosotros queramos, lo que nosotros escojamos, está en nosotros decidir, es cierto por la voluntad de Dios existimos, y quizás pienses  yo no escogí a mis padres, pero algo que si puedes  escoger o decidir, es que rumbo tomará tu vida.

¡Será como tú quieras!

 

Pastor Baldemar Leija